El Debate de Hoy | 05 de abril de 2021
La Fundación Villacisneros trata de responder en este especial a la pregunta sobre el final de la banda terrorista ETA y rinde homenaje a la figura de Gregorio Ordóñez.
El 16 de marzo de 2010, ETA cometía su último asesinato. Después llegaron el anuncio del fin de la violencia y los intentos por demostrar la disolución de un grupo terrorista culpable de asesinar a cientos de personas, pero también de secuestrar, extorsionar y llevar al exilio a otras muchas.
Once años después de aquella última muerte, la Fundación Villacisneros se hace una pregunta fundamental: ¿hemos derrotado a ETA? El escritor Fernando Savater y el diputado del PP en la Asamblea de Madrid Daniel Portero trataron este asunto en una conversación en la que se habla de cómo la ETA de las bombas y el tiro en la nuca sí ha sido derrotada por el Estado de derecho, pero la ETA política ha conseguido la influencia que deseaba.
Carlos de Urquijo explica que «las víctimas de ETA fueron asesinadas para imponer un proyecto político totalitario nacionalista y nuestra obligación es recordarlo para evitar que se falsifique la historia». Con ese gran objetivo, se lanza el proyecto «Dignidad» y en esa labor se enmarcan conferencias, publicaciones y documentales. Cuatro pilares sostienen esta iniciativa: Verdad, Memoria, Dignidad y Justicia.
La presión terrorista para conseguir los objetivos políticos nacionalistas tiene multitud de víctimas anónimas, como son las más de 150.000 personas que, desde los años 80 hasta la actualidad, se han visto obligadas a abandonar el País Vasco, pero también nombres propios como el de Gregorio Ordóñez. El político del Partido Popular fue asesinado hace 26 años, un acto que recuerdan Ana Iríbar, su viuda, y Rogelio Alonso, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
La propia Ana Iríbar, que preside la Fundación Gregorio Ordóñez, explica en esta entrevista cómo los asesinos de ETA tenían muy claros sus objetivos a la hora de apuntar a líderes políticos capaces de transformar la realidad que pretendían dominar.
La vida y la labor política de Gregorio Ordóñez se agrandan con los años. Su archivo personal permitió organizar una exposición sobre su figura en el 25º aniversario de su muerte. Este vídeo recorre las salas y recuerda La vida posible.
El debate sobre la influencia política de ETA en nuestros días sigue abierto. La historia reciente de nuestro país y la construcción de la democracia están marcadas por la sangre de las víctimas del terrorismo nacionalista. Respeto, reconocimiento y memoria son fundamentales para evitar que su sacrificio sea olvidado y pisoteado.
ETA: 50 años de terrorismo nacionalista
VV. AA.
Fundación Villacisneros y CEU Ediciones
392 páginas
2020
25€
Era una de esas mañanas en las que la lectura del periódico provocaba un desánimo absoluto. Imagino que muchos de los que están ahora leyendo estas líneas habrán vivido una situación parecida. Pesimismo, indignación y desánimo eran mis sentimientos ante lo que ocurría en España como consecuencia de la actitud del nacionalismo vasco
Esa mañana estaba con María San Gil, vicepresidenta de la Fundación Villacisneros, comentando la última deslealtad de los nacionalistas, las cuestiones eran recurrentes: excarcelación de terroristas, unidad de las formaciones independentistas-legales o ilegales- en su chantaje al Gobierno de turno, demandas de impunidad y acercamiento de presos de ETA, ofensas a España y sus símbolos, coacción y discriminación permanente de los no nacionalistas, abandono de la Iglesia a las víctimas y apoyo al diálogo para solucionar el conflicto, adoctrinamiento en la educación construyendo un pasado inexistente y fomentando el odio a España, etc. Y todo esto, repetido un día tras otro, ante una sociedad indiferente que aceptaba con normalidad la manipulación a la que era sometida por un régimen nacionalista instaurado en el País Vasco desde hacía cuarenta años.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?¿Qué ha pasado en la sociedad española y especialmente en la vasca, para que soporte toda esta indignidad sin reaccionar? Y peor aún, ¿por qué las prisas actuales para olvidar lo ocurrido en España durante cincuenta años de terror? ¿Por qué no identificar a los responsables, los cómplices y los beneficiarios, sí beneficiarios, de cincuenta años de terror? Solo una sociedad cobarde y pusilánime admite que todas esas preguntas queden sin respuesta.
Íñigo Gómez-Pineda
Presidente de la Fundación Villacisneros
Íñigo Gómez-Pineda, presidente de la Fundación Villacisneros, afirma que «existe una falta de reconocimiento en todos los sentidos hacia aquellas personas que murieron precisamente por ser españoles».
La diputada del PP, cuyo hermano fue asesinado por ETA, reprochó desde su escaño a Pedro Sánchez que el PSOE acepte el apoyo de Bildu.